Obras en el castillo de Ucero


'Por la carretera del Burgo a San Leonardo, remontando la vega de Ucero, se llega a la villa, que tomó el nombre del río, situada al pie de un alto cerro que corona un ruinoso castillo medieval. Siendo señor del castillo, de la villa y de sus trece aldeas, en 1302, don Juan García Villamayor encargó en su testamento fueran vendidos estos señoríos al Obispo don Juan de Ascarón, a precio casi gracioso en desagravio de los grandes daños que en la región causara con su gente de armas. Conserva el castillo, en pie, gran parte de sus lienzos y baluarte, y sobre todo la torre del homenaje, que tiene en su interior una bóveda ojival del siglo XV...' (1).
 
Me permito la licencia de transcribir íntegra esta descripción de una época en la que, afortunadamente, España vivía en la ignorancia de este castillo, de este pueblo y de este fantástico entorno que es el Cañón del Río Lobos. Y me la permito, posiblemente, porque después de mi última visita a este maravilloso entorno, en su conjunto, siento más que nunca, lo juro, que cualquier tiempo pasado fue mejor. Cierto que conocía desde hace algún tiempo -que para eso, las redes sociales están de un caliente que quema y sus dimes y diretes llegan hasta donde no alcanzan los diarios-, que se iba a proceder a hacer trabajos de restauración en la torre del homenaje de este castillo legendario, la mayoría de cuyas piedras yacen anónimamente en hogares y vallados de los pueblos cercanos; lejos, eso sí, de las catapultas bárbaras que se abaten, quizás con mayor ensañamiento que nunca, sobre muchos monumentos históricos, que más valdría que hubieran quedado olvidados -repito- y felizmente a salvo, bajo ese noble escudo que es la ignorancia, cuya mejor protección, es la seguridad que siempre otorga el desconocimiento general.
Ni entonces, ni ahora tengo una absoluta certeza del por qué de una decisión, digamos que repentina, tomada como por arte de magia, después de innumerables años de olvido y abandono, en los que a nadie importaba si los lienzos del lugar terminaban desmoronándose para convertirse en nidos preferentes de toda clase de serpientes y alimañas y el Agnus Dei y los curiosos canes interiores de la torre quedaban expuestos a la puntería del libre hacer de cuerpo de las innumerables familias de rapaces que diariamente sobrevuelan el lugar. Posiblemente, en otras circunstancias, hubiera pensado que más vale tarde que nunca, pero me temo -es una opinión personal- que las intencionalidad va más allá del sentimiento y la perspectiva de un lucrativo negocio -perdóneseme si ofendo, pero digo lo que pienso, o al menos lo intento-, va tomando forma bajo la perspectiva de un parque temático donde esas escurridizas figuras medievales que fueron los caballeros templarios, siguen vendiendo y atrayendo la atención, quizás con un cebo más jugoso y atrayente que nunca. Poco importa si alguna vez éstos ocuparon o no este lugar; poco importa si estuvieron instalados unos metros más allá, y si esas ruinas apenas irreconocibles fueron un día el tan traído, llevado y no menos escurridizo convento de San Juan de Otero: con medias verdades históricas y el carburante de primera de la tradición, el entorno puede ser un foco de atención más atrayente que el Parque Warner.
Sea como sea -y soy positivo, puesto que me congratulo con el trabajo en estos duros tiempos de crisis-, aquí lo expongo tal y como lo vi el pasado viernes, 27 de junio. En el fondo, no fue lo peor de mi regreso al entorno de Ucero y el Cañón del Río Lobos. Pero para hablar de esa triste experiencia, me reservo las próximas entradas. 

 
(1) Blas Taracena y José Tudela: 'Guía de Soria y su provincia', EOSGRAF, S.A., Madrid, 1968, página 181.

Comentarios

KALMA ha dicho que…
Buenos días! No tenía ni idea de que estuviesen restaurando el Castillo de Ucero, esa torre llena de andamios ¡Bufff! Cómo dices casi por arte de magia, espero, que esas obras sean fructíferas para todos e intenten en la medida de lo posible conservar la forma y utilizar los materiales más adecuados, que cuando vi la ciudad romana de Sagunto casi me echo a llorar, con hormigón la restauraron los muuu cenutrios. Cómo digo, ójala y sea para bien público y no para hacer un parador, hotel, etc. más que nada por lo que representa ese enclave, donde la magia con o sin arte siempre está presente.
Un besote.
juancar347 ha dicho que…
Hola, bruja. Yo sí lo sabía, porque algo ya se había publicado en facebook. Pero me temo que tienes razón,y que en la restauración de la torre del homenaje utilizarán elementos por completo extraños, que evidentemente le restarán buena parte de su atractivo original. Parece ser que es sólo la torre la que están restaurando, de manera que, cruzo los dedos, no creo que les dé por hacer un parador o algo similar, aunque mucho me temo que en esta restauración, como digo, puede haber otros intereses, digamos que 'turísticos' añadidos. Un lugar y un enclave que, por desgracia, ya es demasiado conocido. Incluso para las 'invasiones bárbaras'. Un abrazo
El Deme ha dicho que…
Hay ruinas que, de repente, se ponen de moda y todo el mundo quiere verlas y disfrutarlas y claro, entonces empiezan los Centros de Interpretación y etc, etc,( y tal vez un parking cerca). Yo soy partidario del aprovechamiento turístico del Patrimonio. Pero cuidando mucho el entorno, sin modificarlo demasiado.
juancar347 ha dicho que…
Hola, Deme. En realidad, éstas llevan descubiertas mucho tiempo, como el entorno y la ermita de San Bartolomé, cuando, allá por los años 80 comenzaron a divulgarse guías de la España mágica y templaria. Los tiempos evolucionan, pero la barbarie no. La barbarie, aislada o no, continúa mostrando con toda su crudeza el sambenito cultural que nos define. Por desgracia, aprovechamiento turistico y cuidado del entorno y Patrimonio no siempre van de la mano, como deberían. Y me temo, que hace tiempos que los bárbaros han descubierto el Cañón del Río Lobos y su entorno. Un abrazo
Paco Sebas ha dicho que…
Hola Juancar ,
Hace varios años que no me acerco al Cañón del Rio Lobos. Al ver tu video me ha dado la impresión visual que se encuentra asfaltada la entrada a la cueva enfrente de la Iglesia en el Cañón. Espero que sea solo una impresión mía, y no se haya cometido tal tontería.
juancar347 ha dicho que…
Hola, Paco. Todavía no se ha llegado a ese extremo y la entrada a la cueva está poco más o menos como tú la conociste. Pero no des ideas, ya sabes que del demonio nunca duerme y le encanta hacer chapuzas. Y últimamente, éstas parece que están de moda. Saludos cordiales
Unknown ha dicho que…
Buenas tardes a todos, os veo bastante escépticos ante la restauración de este CASTILLO DE UCERO. Os hablo como vecina de Valdemaluque, mi pueblo de toda la vida, y fiel conocedora de este castillo. Lo primero, os recomendaría que antes de opinar acerca de métodos de restauración os informaseis de el uso de materiales de construcción especializada en monumentos de tanta antigüedad, hay mucha gente detrás, ingenieros, arqueólogos, historiadores y arquitectos, con mucha experiencia y criterio en lo que se refiere a consolidación y restauración de patrimonio, especialmente arquitectura defensiva (como es este caso). Os animo a que lo veáis de primera mano, y explicaros en detalle qué es lo que está sucediendo aquí, soy guía en estas obras, en las que, como ingeniero de edificación, explico de la mejor manera posible (gratuitamente) los trabajos que realizamos. En mi opinión, SÍ que eran necesarias estas obras, mejor tarde que nunca. También soy de la opinión de la correcta difusión del patrimonio, no me parecería mal que se explotase este Castillo, siempre respetando su especial situación y mantenimiento. El mayor daño que se le ha hecho a este Castillo no es precisamente restaurarlo, el daño ya fue hecho en su descarado expolio. Lo dicho, os espero!!!
juancar347 ha dicho que…
Estimada Laura: en primer lugar, agradecerte muy sinceramente tu ilustrativo comentario y sobre todo, tu inestimable ofrecimiento, detalle que no dudo, ha de significar una agradable experiencia para cualquier persona que, haciéndose eco de él, se pasee por alli y tenga la oportunidad de seguir en directo los avances de las obras y tus expertas opiniones. Mi intención al escribir esta entrada, no era, en modo alguno, dudar de los profesionales (pertenezcan al ámbito que pertenezcan: restauradores, historiadores, arquéologos...), aunque podría hacerlo, a tenor de algunos resultados en monumentos que se pueden observar por esos pueblos y ciudades de Dios. Creo que la profesionalidad se mide, también, en el respeto de lo que se está tratando y en ocasiones, como digo, también esto parece estar reñido con los currículos, y si no, ya que me hablas de arquitectura defensiva y sólo por poner un ejemplo, ya me contarás qué pinta el hormigón en la restauración del castillo de Xivert y si con su aplicación se tuvieron en cuenta los métodos utilizados en los siglos XI ó XII. También es cierto, y como prueba tienes los fraudes realizados con la rehabilitación del Patrimonio en algunas provincias (y permíteme que me abstenga de señalar ninguna), donde el dinero (ese, entre otros, que precisamente ahora nos está costando la miseria para muchas familias) ha ido a parar a los bolsillos de amiguetes y familiares del político sinvergüenza de turno, sin otra especialización ni garantía que la de saber hacer chapuzas y ser un lince para los negocios, cosa que ocurre mucho más a menudo de lo que piensas, sobre todo en la rehabilitación de iglesias y ermitas románicas. Pero no es el caso de comenzar aquí un debate de tales características, que por otro lado, no beneficiaría a nadie, y sí coincido contigo (y llegados a este punto, no me importa pedir perdón sinceramente si en algo he podido ofender) en que la mejor constatación de una labor de tal envergadura y delicadeza, es esperar a su finalización y juzgar el resultado. Cosa que, no te quepa duda, haré en su momento, porque precisamente de esto trata este de blog: de hablar de Soria y su provincia, y como verás, suelo ser bastante permisivo. Y me permitirás que entonces comparta tu optimismo o me reafirme en mi pesimismo. Estoy más cerca de lo que te imaginas, en cuanto a profesionales de la rehabilitación de edificios y obras artisticas de época (por cuestiones de trabajo), por los que te vuelvo a asegurar que siento un enorme respeto y cuya labor, no sólo valoro, sino que también admiro, sin duda influenciado por mi pasión por el arte y la historia. Y en efecto, el mayor daño aquí lo hizo el abandono y el expolio.
Muchas gracias otra vez y un abrazo

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