domingo, 5 de octubre de 2008

Misterios de San Bartolomé

'Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra'
[Génesis 9, 13]

La enigmática pentalfa de San Bartolomé: un enigma singular

No hace mucho, en una entrada dedicada a la iglesia parroquial de Ucero, mi entrañable amigo burgense me hizo un comentario que me pareció justo, y desde luego, atinado. En líneas generales, me dijo algo así como 'mira que te gusta Ucero y el entorno del Cañón del Río Lobos'. Evidentemente, se lo reconocí; y lo vuelvo a reconocer: siento pasión por Ucero, el entorno del Cañón del Río Lobos, y en especial, por la ermita de San Bartolomé. Y es que, tanto en grupo como por separado, nunca dejo de sorprenderme cuando me aventuró por allí. Hasta el punto, de que siempre encuentro algo nuevo que me motiva y desafía mi imaginación.
La grabación que se presenta en ésta entrada, la conseguí el pasado día 2 de mayo, con la ermita felizmente abierta y los visitantes llegando en tropel. Fue la primera, y por tanto, la más desconcertante y entrañable de todas las grabaciones sobre la enigmática pentalfa del transepto, que, como se puede suponer, llegaron a continuación.
No era mi intención presentarla, al menos de momento, aunque hace algún tiempo expuse alguna que otra referencia y hubo gente que, afortunadamente, tomó buena nota. Gente, no como esos estúpidos de turno, que llegan a la ermita con el cincel en la mano para hacer ver en sus paredes que un imbécil estuvo allí. No, por el contrario, gente fascinada y respetuosa con un lugar que, no me cabe duda, es todo un cúmulo de conocimiento y sabiduría. En definitiva, un santuario que merece ser estudiado, conservado y respetado.
Recuerdo que hace algún tiempo, comentando el éxito de la apertura de la ermita durante los meses de verano, Marina -guía y amiga entrañable, como pocas- me confiaba que a razón de 1 euro por persona, se había conseguido recaudar la nada despreciable cantidad de 30.000 euros en apenas dos o tres meses. Eso fue en el verano del año pasado. Ignoro lo que se habrá recaudado durante éste, aunque supongo que será una cantidad mayor, pues la ermita ha mantenido sus puertas abiertas, me consta, desde Semana Santa.
Y haciendo memoria de tal noticia, pensando en lo mal que se gestionan los recursos en la provincia, tengo la esperanza de que quizás este tipo de sugerencias -el anagrama de la pentalfa ya es utilizado simbólicamente por el Centro de Interpretación de la Naturaleza de Ucero, así como también por la posada Los Templarios-, sirvan de provecho a los señores de la Junta y a los ayuntamientos, para gestionar mejor las maravillas que posee la provincia, las cuáles, como he podido comprobar -pues han sido muchos los kilómetros recorridos dentro de ella- son muchas y variadas, y aparte, estoy seguro, generan interés en la gente.
Y que conste, Montse, Teresa, que no lo hago porque lleve unas tres semanas sin coche y sin poder salir de ruta y me vea falto de material, que un buen mochilero sabe nadar y guardar la ropa. Os digo esto cariñosamente, porque os conozco, y aunque no tengo ninguna duda acerca de vuestro cariño, sé que a veces sois muy maliciosas. Así que, aunque sea por una vez, me adelanto.
En fin, tampoco pretendo hacer disertaciones de índole esotérico, neotemplario o mágico...Bueno, mágico sí, porque espero que al menos, sepáis ver la magia de éstas imágenes y paséis un rato agradable contemplándolas.
Por último decir, que en cuanto a ti, querido amigo Óscar, espero sinceramente que allá donde estés ahora, te acompañe siempre una estrella tan hermosa y mágica como ésta.