Conquezuela: la Cueva de la Santa Cruz y la Noche de San Juan

Situada en las cercanías de la Sierra Ministra, a medio camino entre los pueblos de Miño de Medinaceli y Conquezuela, custodiando un paisaje de cultivos de secano que fue laguna hasta su desecación definitiva en el año 1959, una cueva y una ermita -llamadas de la Virgen de la Santa Cruz- se elevan sobre un promontorio rocoso, de cuya soledad puede dar cumplido testimonio todo aquél que un día -bien de casualidad, bien a propósito- se deja caer por allí, deteniéndose a echar un vistazo.
Son varios los autores que insisten en situar cerca del entorno -aparte, lógicamente de la mencionada laguna- extensos bosques, de cuya existencia dejan cumplida constancia la gran cantidad de grabados rupestres y petroglifos datados en la Edad del Bronce (aproximadamente 2000-1700 antes de Cristo), ofreciendo una visión ancestral de culto, que fue aprovechado por numerosos pueblos y posteriormente adaptado -como en tantos otros casos y lugares- al cristianismo. Así lo demuestran el arco románico erigido sobre la entrada de la cueva y la ermita del siglo XVIII que la precede.
Por otra parte, no deja de ser toda una experiencia, iniciar en solitario la aventura de visitar el lugar y sus alrededores, sintiendo que su misteriosa soledad actúa sobre las aprehensiones humanas, de similar manera a como el fuego lo hace sobre la mecha de un barril de pólvora. Y es que, en ocasiones, la soledad impone.
Era la segunda vez que visitaba el lugar, en las postrimerías de la fiesta más popular que marca, rindiendo culto al fuego, el equinoccio de verano y que en Soria se conoce como 'los pequeños sanfermines', y no me sorprendió comprobar un rastro de presencia humana bastante reciente.
Por supuesto, me refiero a San Juan. Y a juzgar por el estado prácticamente intacto de la vela roja que encontré en el suelo de la cueva -ver fotografía-, junto a lo que muchos denominan una pila natural que se llena matemáticamente cada vez que llueve, no me costó mucho imaginar que alguien había acudido allí con el propósito de realizar un ritual de carácter mágico en su interior.
Muchos y variados son los rituales que se realizan ex-profeso durante la noche del 23 al 24 de junio -considerada como una de las más mágicas que existen, cuando el sol alcanza su cénit y comienza a declinar- aunque prácticamente todo este tipo de teurgias coinciden en valerse de estos rituales para 'liberarse' de todo lo dañino y perjudicial, deseando que en los días venideros reine la armonía, la paz y la fortuna en sus vidas.
Naturalmente, cuando se habla de rituales, de magia y de esoterismo -de igual manera que ocurre con las distintas y enigmáticas representaciones medievales que se pueden encontrar en multitud de claustros románicos, iglesias y ermitas a todo lo largo y ancho de nuestra hermosa geografía peninsular- todo tiene su lugar, su sentido, y por supuesto, su significado.
Aún no siendo un experto en la materia -carencia que a mi juicio se puede compensar con una curiosidad desmedida- consulté en Internet algunas páginas relacionadas con el color y la magia de las velas, para intentar desentrañar qué tipo de ritual se había desarrollado en el interior de la cueva o mejor dicho, con qué se relacionaba y qué fin tenía.
Dado que cada color tiene un simbolismo y unas correspondencias diferentes, 'averigüé' que la vela -roja en éste caso- está asociada con los signos del Zodíaco correspondientes a Aries y Piscis; que tiene una correspondencia con ciertos santos, como no podía ser menos, entre los que destacan: Santa Bárbara, la Candelaria, San Carlos Borromeo, Juan del Dominio y la Virgen Desatanudos ¿?; y que es el color que representa la fertilidad; la pasión sexual; el amor; la salud; la fuerza física; la venganza; la rabia; el poder de la voluntad; el valor y el magnetismo.
Dicho esto, no estaría mal que cada uno sacara sus propias conclusiones y caso de creer en el poder de la magia, les emplazo a estar atentos e intentarlo aquí el próximo año, aprovechando las supuestas propiedades telúricas de tan solitario lugar. Eso sí, proveyéndose de una buena linterna, pues si de día el acceso no es fácil, de noche puede resultar notablemente peligroso.
Como colofón y a modo de anecdotario, añadir sobre el sitio, que de la extinta Laguna de Conquezuela gustaba de comer pájaros el rey Alfonso X, el Sabio; que el lugar era frecuentado durante la ocupación francesa como sitio de recolección de sanguijuelas, dada su excelente calidad y que hubo una enfermedad -hoy día erradicada- conocida como 'terciana', transmitida por una especie de mosquito, que según se dice está actualmente extinto en la Península.
¿No les parecen suficientes argumentos para animarse un fin de semana a hacer de Indiana Jones, y aunque no se descubra nada nuevo, gozar al menos de un día de paz, aventura y anécdotas?.
Rutas
Desde Madrid por la carretera N-II, hasta Medinaceli. En Medinaceli, enlazar con la carretera SO-132 (es la misma que hay que seguir para dirigirse al pueblo de Ambrona y a su Museo Antropológico) hasta Miño de Medinaceli, situado, aproximadamente a unos 15 kilómetros. Desde Miño de Medinaceli parte la carretera que conduce directamente a Conquezuela, distante 7 kilómetros. Hay que estar muy pendiente, pues tanto la cueva como la ermita, se encuentran a medio camino entre una y otra población y no es difícil pasar de largo sin advertir su presencia. Mi consejo, como el de Scotty -el intrépido periodista del clásico de Ciencia-Ficción 'El enigma de otro mundo', de Howard Hawks- es: observar las rocas; no dejéis de observar las rocas.



Comentarios

José del Rincón ha dicho que…
Hola:
Sospecho que tenemos tres cosas en común: nuestro origen geográfico, el hecho de que tenemos bitácora y que ambas han sido citadas en el mismo número de Heraldo de Soria.
Aquí te cito la dirección de la mía:
http://rincondelpocho.blogspot.com
Enhorabuena por la tuya y un saludo.
Pocho.
Anónimo ha dicho que…
He publicado una entrada en mi blog "Diario de un burgense", en la que aparece el articulo del Heraldo de Soria del pasado dia 5 de julio de 2007, y de la que estoy seguro que te sentiras muy orgulloso/a.

Recibe un cordial saludo.

Diario de un burgense
Ermengardo II ha dicho que…
Enhorabuena por la bitacora tan buena que tienes y que acabo de deglutir de un tirón. Hay algunas cosas que habría que comentar mas detenidamente pero de momento te pongo entre mis elegidos. Un abrazo
www.berlanga.blogia.com

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